A primera vista, sería bastante fácil descartar a Battle Shapers como otro FPS roguelite que sigue una mecánica probada, comprobada y posiblemente cansada. Dispara, mejora, corre, muere, reinicia, ¿verdad? Pero no se necesitan más que unos minutos de acción para que te des cuenta de que este es un poco diferente.
Para empezar, la calidad es evidente desde el principio. Este es un juego hermoso, de colores brillantes, con entornos similares a Overwatch y un ritmo frenético que solo se detiene cuando se enfrenta a la amenaza inmediata. Fluye maravillosamente, y el juego de armas se siente apretado, preciso y receptivo, aterrizando en el punto óptimo donde la asistencia al apuntar y la habilidad del jugador se apoyan mutuamente como lo pretendía la naturaleza.
Juegas como Ada, uno de los Battle Shapers titulares, cyborgs que pueden modularizar sus propios cuerpos para adaptarse a diferentes parámetros de combate y misión. Se le presentarán los núcleos de inmediato, que son esencialmente las cargas iniciales de Ada. Cada ejecución comenzará con la selección de un núcleo y el gasto de monedas relevantes para desbloquear armas secundarias o beneficios que pueden ser permanentes o basados en la ejecución. Una vez dentro del mundo del juego, recibirás ataques especiales, nuevas armas y mejoras en tus estadísticas y habilidades cada vez que despejes una zona.
Estos vendrán en forma de gotas que cambias de taxi, o la opción de elegir uno de los tres beneficios basados en la ejecución a-la Hades. Estos buffs están diseñados para trabajar en conjunto con tu Core elegido, lo cual altera la apariencia de Ada pero también cambia fundamentalmente el estilo de juego. Por ejemplo, el núcleo base está diseñado para la supervivencia y la producción de daños moderados, lo que lo hace lo suficientemente eficiente pero no le permite sobresalir en un campo determinado. Sin embargo, elegir Strike Core hace que Ada esté mucho más orientada al combate cuerpo a cuerpo, lo que aumenta tu poder de ataque a costa de algo…