Higuita: El camino del escorpión Review

Higuita: The Way of The Scorpion (Higuita: El Camino del Escorpión) es un documental deportivo español disponible exclusivamente en Netflix. Dirigido por Luis Ara, el documental se centra en el ascenso del colombiano René Higuita, un legendario portero colombiano conocido por su excéntrico estilo de juego en los años 80 y 90. Desde sus orígenes humildes, su carrera revolucionaria y su estilo de juego único hasta su amistad con Pablo Escobar, se explora en profundidad una leyenda del fútbol.

La estructura y los recursos argumentales de este documental son atípicos de documentales deportivos similares, como Pelé. La narrativa es dinámica, especialmente al comienzo de la película. En cambio, muchos de los hilos argumentales que luego se explorarán en detalle se muestran en la primera parte de la película, saltándose décadas y levantando sospechas. Eleva el nivel de la leyenda y sirve como índice.

El otro aspecto oscuro del documental es de dónde provienen las imágenes. La película se divide entre partidos televisados ​​y entrevistas en la actualidad, formato habitual en este género. Pero durante períodos prolongados en los que no había cámaras que capturaran los momentos, se utilizan recreaciones. Algunos de los momentos más importantes de la historia de Higuita se recrean con actores, importantes para ayudar a pintar el escenario y dar estímulos visuales a las emotivas palabras.

La vida de este hombre es una historia increíble y cómo se cuenta es magnífica. La línea de tiempo fracturada desde el principio se nivela, pero aún no es completamente lineal, pero Higuita agrupa partes de su vida. Todas las piezas se unen para formar realmente la historia final, que podría ser una de las sagas más extraordinarias que involucran a un futbolista. El documental no cubre toda la vida de Higuita, pero se centra en los momentos más cruciales de su carrera e incluso en controversias personales. Por eso es más fácil que los segmentos sean tratados como capítulos, ya que son historias individuales dentro de los recuerdos de un hombre.

El tono del documental alterna entre solemne y festivo. Eso resume bastante bien al hombre, que es una de las figuras más destacadas en un deporte lleno de ellos. El hombre es una leyenda absoluta y venerado en Colombia, por lo que puede ser difícil demostrar cómo debe sentirse y cómo es estar en su lugar. Puede que haya otros dos futbolistas en el planeta que tengan la misma veneración, y ninguno de ellos sigue vivo. Lo brillante de Higuita es cómo acepta y sonríe ante su legado.

Mientras que otros jugadores podrían ser humildes o restarle importancia, el sentimiento de adoración que enfrentó Higuita es crucial para la narración. Es un hombre de familia y la película requiere un gran esfuerzo para presentarlo como una persona amable y considerada. La pura locura de su estilo de juego es sólo la punta del iceberg, pero es una gran táctica para atraer al público. Conocido por una salvada muy específica, la demostración más amplia de su habilidad y personalidad es notable y completamente inesperada. Incluso para los aficionados al fútbol más experimentados, lo que sucede cuando el balón va hacia él es siempre una sorpresa. Pero más allá del deporte, hay una historia aún más atractiva de corrupción, crimen y celebridad, elaborada por expertos dentro de los límites del último segmento de la película.

No se muestra sólo la perspectiva de Higuita, sino también las personas más cercanas en su vida. Se entrevista a compañeros de equipo famosos y a su familia. De aquellos con los que jugó, hay un elogio de sus habilidades y su capacidad de juego, representando a Colombia durante su época más glamorosa. Luego, por parte de los miembros de su familia hay una muestra más íntima de cómo es él como persona. Lo que sería beneficioso para la autenticidad del documental son algunas opiniones disidentes. Prácticamente todas las personas que participan en la película son amigos o hablarían favorablemente del hombre, por lo que es difícil determinar si todas las historias en las que se le presenta como el héroe son toda la verdad.

La edición y producción de Higuita: El Camino del Escorpión es magnífica. El metraje del partido se ha mejorado tanto como se puede, pero la relación de aspecto y la pixelación en realidad aumentan el encanto del momento. Higuita es reconocible al instante, con un peinado tan icónico entre los postes de la portería. Ese peinado se convierte en una especie de motivo y símbolo a medida que avanza la película. Colombia luce deslumbrante tanto en el pasado como en el presente. Las recreaciones están muy bien hechas. No están demasiado estilizados y se ajustan al aspecto del resto de la película.

Higuita: El Camino del Escorpión trae al héroe de culto de Colombia nuevamente al centro de atención. Esta no es una autobiografía de su vida. Es un gran éxito de uno de los grandes de ese país. En una época de renacimiento de los documentales de fútbol, ​​se necesitan los personajes más importantes para crear algo diferente. Y que personaje es Higuita. Un futbolista estupendo que trascendió una sola posición. Sólo puedes ver sus momentos más destacados con incredulidad. Su legado duradero en el juego debe ser reconocido y apreciado, pero también la terrible experiencia que atravesó debido a quién era y la compañía que mantuvo.

Higuita: El Camino del Escorpión está disponible en Netflix.

Higuita: El Camino del Escorpión

8/10

TL;DR

Higuita: El Camino del Escorpión trae al héroe de culto de Colombia nuevamente al centro de atención. Esta no es una autobiografía de su vida.

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